Asociación Civil de Atresia de Esófago Argentina

REFLUJO GASTROESOFÁGICO

¿Qué es y por qué aparece?

El reflujo gastroesofágico (RGE) constituye un motivo frecuente de preocupación para los padres y, consecuentemente, una causa frecuente de consulta pediátrica. En la mayoría de los casos el RGE en un niño carece de importancia real siendo innecesario el tratamiento con medicamentos.

fig 1

Nociones elementales:

Conviene conocer las características de la zona donde el esófago se une con estómago. Esta región se denomina cárdias (fig 1) y posee un músculo circular que lo cierra y lo abre: es el llamado esfínter esofágico inferior (EEI). Cuando se ingiere un alimento el EEI abre el cárdias permitiendo su paso hacia estómago. Por otra parte, durante la digestión es necesario que el cárdias se encuentre cerrado para evitar que el contenido gástrico (ácido, alimento digerido y otras sustancias lesivas) pasen a esófago causándole daño.

¿En qué consiste el RGE?

Tal y como indica su propio nombre, significa retorno de contenido gástrico (estómago) hacia esófago. Éste puede ser solo hacia esófago o llegar incluso a la boca (regurgitación).

Hay varios tipos de RGE.

            1. RGE fisiológico o funcional: En el recién nacido y en el lactante la debilidad del esfínter esofágico inferior (EEI) es frecuente y, si no es severo, puede considerarse completamente NORMAL, fruto de su inmadurez. Esta debilidad impide un cierre absoluto del cárdias facilitándose el reflujo de cierto contenido gástrico hacia esófago o boca.

Los síntomas que se producen consisten en regurgitación y/o «vómitos» alimenticios. Suceden tras las tomas, coincidiendo con la expulsión del eructo y se acentúan con los movimientos o cambios de posición. Es obligado que estos síntomas mejoren a partir del año de edad (coincidiendo con la introducción de alimentos sólidos). Un 75% de los casos desaparecen a los 18 meses de edad y casi el 100% deben haber desaparecido antes de los 4 años.

            2. RGE patológico o, también llamado, enfermedad por RGE: Este término hace referencia a aquel RGE que produce complicaciones. Pero… ¿cuándo saber si un reflujo gastroesofágico está produciendo complicaciones? Será su pediatra quien determine esta condición en base a los siguientes datos:

– edad: por encima del año de edad debe estarse alerta si el RGE no ha mejorado considerablemente.

– frecuencia: es normal que su hijo tenga regurgitaciones en todas o casi las tomas si es muy pequeño.

– cantidad del contenido refluido: debe preocupar si es de casi toda una toma y en varias de ellas al día durante largo tiempo.

Cuando estos datos rebasan lo considerado como normal son posibles las complicaciones en forma de esofagitis («inflamación del esófago», debido a que el contenido ácido del estómago «digieren» las paredes del esófago), alteraciones respiratorias (se pueden producir neumonías, broncoespasmos, sinusitis, otitis, cuando el contenido ácido llega a los pulmones, oídos, etc…), pérdida de peso, etc.

Hay que decir que en niños mayores, así como en adultos, el reflujo gastroesofágico es percibido como sensación de ardor que sube hasta la garganta sin llegarse a expulsar el contenido por la boca. Estos casos son considerados patológicos cuando no curan con la medicación impuesta por su médico.

¿Cuál puede ser la causa de un RGE patológico?

– Una debilidad importante del EEI. Esto es frecuente en prematuros. Es la causa más habitual.

– Enfermedades neurológicas: parálisis cerebral, etc.

– Operaciones quirúrgicas sobre el esófago: atresia de esófago, etc.

– En niños mayores y adultos la causa se debe a una debilidad más o menos transitoria del EEI que se puede ver potenciada por la ingesta de ciertos alimentos. Consulte con su médico las dudas.

¿Cómo lo diagnostica el Médico?

Todo niño de menos de 1 año con historia previa de regurgitaciones o vómitos tras las tomas, sin complicaciones y con una ganancia de peso y talla normales, no precisa de ningún estudio. Estos casos son catalogados de RGE fisiológico.

Su pediatra decidirá la realización de algún estudio si el RGE es importante y no mejora con tratamiento o sospecha la existencia de alguna complicación. Para ello es preciso demostrar que refluye contenido ácido de estómago hacia esófago en gran cantidad mediante una prueba que determina dicha acidez (pHmetría) y, buscar la existencia de complicaciones mediante la endoscopia (para ver, mediante un tubo, que existe daño de esófago), radiografías, etc.

¿Qué tratamiento precisa un RGE?

Son varias las medidas que permiten paliar un RGE. Es conveniente saber que un RGE fisiológico (el del niño pequeño) puede resultar, pese a su benignidad, llamativo y agobiante; en estos casos el papel del pediatra (y de este artículo) consistirá, ante todo, en tranquilizar a los padres.

MEDIDAS:

            1. Medidas posturales: Este tema sigue en discusión. En cualquier caso, el objetivo es evitar el efecto perjudicial de la gravedad colocando al niño, cuando lo acuesten, en posición semiincorporada, es decir, inclinando la cuna o la cama 30º de modo que la cabeza quede más alta que los pies.

            2. Medidas dietéticas:

            – Reducción del contenido en cada toma. Esto exige, con objeto de no reducir la cuantía diaria de alimento, incrementar el número de tomas, lo cual no siempre es factible porque podría alterar el ciclo sueño-vigila del niño pequeño, además del ritmo de trabajo y actividad de los padres.

            – En lactantes (niños de menos de un año) que toman fórmulas artificiales (de inicio o continuación) puede estar indicada su sustitución por las llamadas fórmulas antirreflujo (fórmulas AR). La verdadera eficacia de las fórmulas antirreflujo está en discusión; éstas son, nutricionalmente, exactamente iguales que las fórmulas de inicio o continuación salvo que contienen, además, una sustancia espesante que corrige parcialmente el reflujo.

Estas fórmulas tienen el inconveniente de precisar tetinas con amplios orificios lo que puede propiciar la ingesta excesiva de aire lo cual causa regurgitaciones y disconfort al niño.

            – En niños mayorcitos debe recomendarse la exclusión de la dieta del chocolate, menta, vainilla, plátano, café y alcohol. Es útil restringir la cantidad de grasa así como de bebidas gaseosas, zumos de fruta ácidos y comidas muy copiosas. Es recomendable no adoptar la posición de tumbado antes de las 2 o 3 horas de dormir.

            3. Si las medidas anteriores no son efectivas o se considera que el RGE es patológico debe introducirse medicación. Consulte con su pediatra las dudas.

            4. Como último recurso, si todo lo anterior falla o aparece una complicación grave, el tratamiento debe ser quirúrgico. La técnica se denomina «funduplicatura de Nissen» y consiste en estrechar el EEI abrazando la zona del cárdias con una porción del estómago.

Fuente: web Clínica del Doctor Herrero