«Eso es lo que siempre le decimos a nuestro pequeño guerrero. Y lo que queremos transmitirle a otros papás. Junto a él aprendimos a ser resilientes y transformar el dolor en fortaleza, a levantarnos con más fuerzas en cada caída. Y creemos que como papás debemos amarlos, acompañarlos, respetarlos, comprenderlos, escucharlos, para transitar todo lo que les toca pasar de la mejor manera posible.
Abrazarlos. Con esos abrazos que rompen miedos y tristezas. Hacer que sus días tengan alegría, que sean niños felices.. y que sepan que Todo Pasa…
Hoy agradecemos esta unión con otros papás, para poder ayudarnos entre todos, compartir experiencias, datos de profesionales, lugares de atención, para que ningún niño ni su familia queden «a la deriva» con el tratamiento y los cuidados que requiere esta enfermedad».
Adrián y Cecilia. Papás de Joaquín, 5 años. Atresia de esófago Tipo III.
Lanús, provincia de Buenos Aires.